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RAÚL JAIME BARRIENTOS MATAMALA
Raúl Jaime nació el 29 de agosto de 1960 en Valdivia; era el menor de cuatro hermanos del matrimonio formado por José Facundo Barrientos y Bárbara Lucía Matamala.
Dentro de su familia ocupó siempre un lugar privilegiado lo que marcó su carácter jovial y afectuoso, que son los rasgos que con más fuerza lo recuerdan sus familiares y amigos. Su infancia transcurre normalmente: era un niño muy sociable, inteligente y sin problemas de salud.
Hizo sus estudios básicos en la escuela Anexa a la Normal, terminando su enseñanza media en el Liceo Nocturno de Valdivia, al mismo tiempo que empezaba a trabajar para ayudar económicamente a su familia. Vivía junto a sus padres y hermanos en la población "Huachocopihue" de la ciudad fluvial.
Sus familiares y amigos lo recuerdan brindando apoyo espiritual cuando las dificultades se hacían presente, dando ánimos y estimulando a los demás.
Jamás sus familiares pudieron observar en él conductas que pudieran identificarlo como un "extremista" peligroso para la sociedad..., tal vez, su único problema era su amor desmesurado por la vida y por sus seres queridos.
Al momento de su asesinato se desempeñaba como cobrador en la Tienda Pazos en Valdivia. Las personas a quienes Raúl Jaime hacía cobranzas lo recuerdan como un joven amable y educado, alegre y bien dispuesto.
El día 23 de agosto, luego de almorzar junto a su familia sale a realizar sus cobranzas como habitualmente acostumbraba, alrededor de las 15:30 hrs. Fue la última vez que lo ven con vida.
Ese mismo día a las 19:30 hrs., su hermano Manuel es detenido en la Población Inés de Suárez por 7 individuos de civil, fuertemente armados que descienden de 2 auto-móviles. Manuel es salvajemente torturado desde el momento mismo de su detención en los cuarteles secretos de la CNI de la ciudad de Valdivia. Durante los numerosos interrogatorios a que fue sometido (en los cuales participa incluso un médico torturador) se le pregunta "superficialmente" por su hermano Raúl el cual en ese momento ya había sido asesinado.
Sólo el día siguiente sus padres se enteraron de su muerte a través del sacerdote Ivo Brasseur y de Roberto Arroyo de la Vicaría de la Solidaridad, quienes concurren al hogar de la familia Barrientos Matamata.
Sus funerales fueron sobrecogedores, pues la ciudad entera estaba conmovida ante este hecho inaceptable que mereció todo el repudio de los ciudadanos; la familia sintió todo el apoyo y solidaridad de amigos, vecinos, instituciones, organizaciones democráticas de Valdivia.
Murió 5 días antes de cumplir 24 años.