EQUIPO NIZKOR |
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06may02
Declaración del Senador Christopher J. Dodd sobre la revocación de la firma del Tratado de Roma por parte de EE.UU
6 de mayo de 2002
Estoy profundamente decepcionado por el anuncio hecho público hoy por la Administración Bush respecto de la retirada de la firma del Tratado de la Corte Penal Internacional (CPI). Esta decisión es irresponsable, aislacionista y contraria a nuestros intereses nacionales vitales.
Muchos de nuestros más cercanos aliados han puesto su fe en la filosofía de este nuevo instrumento jurídico. Debiéramos concederles el beneficio de la duda en su empeño por hacer de esta Corte un órgano que fortalezca el respeto internacional hacia el estado de derecho.
Hace tan sólo unas semanas, el 11 de abril, los gobiernos se reunieron en Nueva York para celebrar el depósito del instrumento de ratificación del Tratado de Roma número 60, lo que quiere decir que la Corte Penal Internacional será una realidad en julio. En ese momento, insté a la Adminsitración Bush a que no adoptara una línea que nos llevara al enfrentamiento con nuestros mejores amigos y aliados en relación con la Corte. En su lugar, urgí a la administración para que los Estados Unidos se involucraran de manera activa con la CPI de cara a garantizar que ésta se dote de los más altos estándares de jurisprudencia e integridad. Para mi tristeza, la Administración hizo caso omiso a mi llamada.
¿Cuáles son las implicaciones de la línea adoptada por la Admisnistración Bush para los Estados Unidos?. Los Estados Unidos ya no podrán hacer escuchar con credibilidad su opinión acerca de quién ha de ser nombrado como juez o fiscal para la Corte. Tampoco podrán ser tenidos en serio si intentan usar su puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU para remitir situaciones a la Corte, tales como el actual conflicto en Sudán, el cual se ha cobrado hasta el momento 2 millones de vidas como resultado de los crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos. Por último, nuestras palabras caerán en oídos sordos cuando pretendamos actuar como un observador imparcial de la integridad de la Corte, al haber denunciado su propósito fundamental.
Hemos perdido también la oportunidad de garantizar que la Corte se mantenga en su tarea principal y lleve ante la justicia a los peores criminales del mundo.
Acabo de citar varios intereses vitales americanos envueltos en la Corte. Esos intereses no van a ser borrados a pesar de que borremos el nombre de los Estados Unidos del Estatuto de Roma. La Administración puede haber tocado la fibra sensible de su electorado derechista y "anti-multeralista" con este anuncio, pero está poniendo en peligro los intereses de todos los americanos al hacer esto. La Admisnistración podría haber tomado la "autopista" y reconocer que los Estados Unidos tienen un papel constructivo y útil que desempeñar sin tomar decisión alguna, en este momento, en lo que hace a la ratificación por parte de nuestro país. Es triste que el Presidente Bush no haya preferido hacer tal cosa.
Mientras algunos deben estar saludando la decisión de hoy de la Administración, no es el caso de aquéllos de nosotros a quienes nos preocupa profundamente la promoción del estado de derecho. Esta cuestión tiene para mí, personalmente, una importancia especial. Mi padre, Thomas J. Dodd, se desempeñó como asistente ejecutivo en los juicios de Nuremberg. El Juicio de Nuremberg a los principales criminales de guerra nazis al término de la Segunda Guerra Mundial marcó un hito en la lucha por prevenir y castigar los crímenes de guerra y el genocidio, preparando el camino para las Convenciones de Ginebra y la Convención contra el genocidio. También fue en gran medida una iniciativa de los Estados Unidos.
En cambio, hoy, en lugar de ponernos al frente en la búsqueda de la justicia global, actuamos cortando la autopista hacia tal meta. No les quepa duda, hoy se ha producido un retroceso en la promoción de la justicia global. Hoy se ha producido un retroceso para lo que se supone que América ha de defender.
[Fuente: USAforICC.org. Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor el 09may02]
EE.UU y los DDHH
Este documento ha sido publicado el 21may02 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights